Qué oposiciones estudiar: la guía definitiva

Si quieres conseguir una plaza de funcionario, el primer paso (y quizás el más importante) es decidir qué oposiciones estudiar. Aunque pueda parecer una pregunta fácil de responder, no lo es en absoluto. En este artículo te explicamos los factores que deberías tener en cuenta antes de elegir.

Qué oposiciones estudiar: criterios de decisión

Como sabes, prepararse para un proceso selectivo exige una buena dosis de esfuerzo, tiempo y dedicación. Por tanto, la decisión de qué oposiciones estudiar no debería nunca tomarse a la ligera.

Si tu elección se basa en criterios racionales y en un análisis profundo de tus motivaciones, tendrás mayores probabilidades de mantener la constancia durante el estudio.

Algunos de los factores que deberías considerar para tomar tu decisión son los siguientes:

• Tu vocación profesional. Aunque este no debe ser el único criterio, sin duda tampoco deberías dejarlo de lado. A fin de cuentas, se trata de la profesión que posiblemente desempeñarás el resto de tu vida laboral.
• Tu titulación académica, que directamente va a condicionar a qué oposiciones te puedes presentar.
• Requisitos de aptitud física. En este sentido, si las oposiciones exigen una altura mínima o una determinada agudeza visual que no cumples, en principio, deberías descartarlas.
• La dificultad de la oposición. Aquí podríamos englobar aspectos como el temario, el tipo de exámenes, la frecuencia de convocatoria, el número plazas, grado de competencia, etc.
• Tus preferencias geográficas y de movilidad.

En los siguientes apartados analizamos más a fondo algunas de estas cuestiones.

¿Cómo superar las oposiciones?

La guía definitiva que necesitas para aprobar ¡Ya es tuyo!

Descarga gratis nuestra guía

La titulación como condicionante para estudiar oposiciones

Las plazas de funcionarios se clasifican en distintos grupos y subgrupos en función de la titulación exigida para desempeñarlas. Por tanto:

• Para acceder a las plazas de grupo A (tanto A1 como A2), se exige estar en posesión del título universitario de Grado (o equivalente).
• En el caso de los cuerpos o escalas del grupo B, deberías disponer del título de Técnico Superior.
• En el subgrupo C1, se debe contar con el título de Bachiller o Técnico.
• Finalmente, en el C2 basta con que dispongas de la titulación de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria o equivalente.

Adicionalmente, hay otro tipo de puestos, denominados agrupaciones profesionales, que no tienen ningún requisito de titulación. Se trata de plazas de operarios y similares, a las que puedes acceder aunque no dispongas de ninguna acreditación académica.

Si estás interesado en conocer algunas de las oposiciones más asequibles en base a este factor, ¡sigue leyendo! Tenemos una lista con las oposiciones consideradas como ‘más fáciles’ en España y que no requieren una alta titulación.

• Oposiciones al Ejército: Tropa y Marinería
• Oposiciones a Correos
• Oposiciones a Auxiliar Administrativo de Corporaciones Locales, Oposiciones a Auxiliar Administrativo de Comunidades Autónomas, Oposiciones a Auxiliar Administrativo del Estado
• Oposiciones a Ayudante de Instituciones Penitenciarias
• Oposiciones a Subalternos y Ordenanzas

Qué oposiciones estudiar: grado de dificultad y competencia

Sin lugar a dudas, la dificultad es un factor decisivo a la hora de elegir qué oposiciones estudiar. Sin embargo, no es sencillo determinar cómo de fácil o difícil es un proceso selectivo.

Dejando a un lado consideraciones subjetivas, hay toda una serie de factores que influyen en dicho nivel de dificultad y que deberías tener en cuenta antes de elegir:

• Amplitud y dificultad del programa. Normalmente, tanto el número de temas como su dificultad se vinculan directamente con el grupo funcionarial al que pertenecen las plazas convocadas, aunque con importantes variaciones dentro del mismo grupo. De este modo, puedes encontrarte con oposiciones del grupo A1 con programas de 200, 300 o incluso más temas. En el otro extremo, los procesos selectivos del grupo C2 pueden exigir unos 30 temas o incluso menos.
• Tu capacidad de comprensión, estudio y memorización. Como es lógico, cada persona tiene sus propias aptitudes y capacidades, por lo que solo tú podrás evaluar el grado de dificultad que te va a suponer el proceso de preparación.
• El tipo de exámenes es también un factor decisivo para determinar la dificultad de una oposición. Por ejemplo, en las oposiciones más difíciles suelen incluirse exámenes orales, supuestos prácticos complejos, etc. Sin embargo, en las oposiciones más sencillas predominan los cuestionarios tipo test.
• Pruebas físicas. La comparación de pruebas físicas entre distintas oposiciones es una forma muy sencilla de evaluar la dificultad de cada una. Por ejemplo, suele considerarse que las de bomberos son de las más exigentes, con carácter general.
• Frecuencia de convocatoria. Este aspecto puede ayudarte en buena medida a decidir qué oposiciones estudiar. En general, suele ser preferible optar por aquellas en las que haya convocatorias anuales o, al menos, con una periodicidad razonable.
• Número de plazas y nivel de competencia. En este aspecto, lo más importante es el ratio de aspirantes por plaza, que es lo que va a determinar el nivel de competencia en la oposición. De todos modos, tampoco podemos olvidar que un considerable porcentaje de quienes se presentan no están realmente preparados, por lo que las estadísticas deben ser matizadas.

Obviamente, el nivel de dificultad de una oposición siempre será relativo, y dependerá de la vocación, la capacidad o los ritmos de trabajo de cada persona. Sin embargo, si te interesa conocer cuáles son algunas de las opciones que, pese a su dificultad, resultan muy atractivas por sus numerosas ventajas y condiciones laborales, ¡aquí te las presentamos!

• Inspector de Hacienda
• Educación: maestro de Secundaria, maestro de Primaria o maestro de Infantil
• Tramitación Procesal
• Secretario Judicial
• Oposiciones a Subinspector del Ejército

Preferencias geográficas y de movilidad

Un último aspecto que deberías considerar a la hora de elegir qué oposiciones estudiar es el de tus preferencias geográficas, así como las opciones de movilidad que ofrece cada tipo de plaza.

De este modo, las plazas convocadas por ayuntamientos tienen la ventaja de que puedes saber a priori dónde vas a ejercer tu trabajo (presentándote solo a aquellas oposiciones de municipios que te convengan geográficamente). Sin embargo, estos puestos te ofrecerán una movilidad geográfica nula o muy limitada, por lo que es muy probable que desempeñes toda tu carrera profesional en la misma localidad.

En el caso de las oposiciones del Estado, la situación es prácticamente la opuesta. Inicialmente no tendrás muchas opciones para elegir ubicación geográfica, pero con los años podrás ir moviéndote hacia aquellos lugares que más te interesen (mediante concursos u otros sistemas de provisión).

Las oposiciones de Sanidad y Educación son, quizás, un caso intermedio. Al depender de las Comunidades Autónomas, están limitadas al ámbito geográfico de cada región pero, dentro de ella, te permitirán un cierto grado de movilidad.

Como has visto, tomar una buena decisión acerca de qué oposiciones estudiar es fundamental para tener éxito en el proceso selectivo. Con las recomendaciones que hemos visto, seguro que te será más fácil elegir. ¿No crees? ¡No te pierdas nuestro listado de oposiciones para elegir mejor!